domingo, 26 de abril de 2009

Quiero estudiar



Esta semana, a pesar de estar cansada, de pasar momentos de mucho estrés, de nervios, de alegría, tristeza, de rabia, de admiración.... he sentido la necesidad de estudiar, de hacer algo que tenía que haber hecho con dieciocho años y no pude. Quiero hacer la carrera de Trabajo Social. Aunque creo que para ser voluntaria no hace falta. El problema es el tiempo, no sé de donde demonios lo voy a sacar, pero ya lo pensaré. Esta semana ha sido dura, el lunes terminó el plazo fiscal para presentar el primer trimestre del puto IVA y demás Impuestos. Acabé hasta las narices y encima no pude ir a Flamenco. El martes tuve que hacer un montón de cosas que tenía aplazadas por el dichoso IVA. El miércoles no fui a trabajar por la mañana, tenía un tema personal que resolver y llevaba intranquila bastante tiempo, además no podía contar con la presencia de mi abogado y eso me hacía sentirme aun más insegura. Pero creo que no salió del todo mal. Ya se verá. Tampoco pude ir a flamenco. El jueves, día del libro, salí de trabajar, me fui a la Cuesta Moyano y me compré uno que andaba buscando. Ahora me ha dado por leer a la escritora Marta Rivera de la Cruz. Un domingo, hace algunas semanas, escuché un programa en la radio donde hablaban de libros. En esta ocasión le tocaba el turno a "La importancia de las cosas", no me entusiasma escuchar ciertos programas en los que comentan libros o películas, porque siempre hay algún gracioso que dice más de la cuenta y te joden el final, pero esta vez no fue así, quizá porque era la misma escritora la que estaba comentando y dijo lo justo para que al terminar mi jornada laboral, saliese a la tienda más cercana y me lo comprase. Lo empecé a leer, de vuelta a casa, no me gusta hacerlo sin haberlo personalizado antes, pero no había tiempo, tenía que empezarlo. Dejé apartado el que iba leyendo y empecé éste. Me enganché en la primera página, el protagonista me sedujo hasta tal punto que aunque tiene nombre y apellidos, me recuerda tanto a alguien que le he bautizado otra vez. Quizá sea por lo bien escrito que está, o por la semejanza que encuentro en el personaje principal o por lo mal que me empezó a caer el narrador, la cuestión es que me he enganchado a esta escritora y no puedo dejar de comprarme sus libros. Ahora me estoy leyendo "En tiempos de Prodigios", finalista Premio Planeta 2006 y el que me compré el jueves "Que veinte años no es nada" fue en 1998 Premio Ateneo de Sevilla. Como siempre disfrute entre tanto libro, pero mi hermano no estaba conmigo. A él también le gustaría esta escritora. El viernes fue un día más o menos tranquilo, pero al llegar la noche, mi hijo, mi marido y el perro se pusieron malos con vómitos y diarrea. El sábado fui a trabajar, pero el resto del día, lo pasé más o menos limpiando. Y llegó el domingo, he ido al hospital a ver a mi hermano, por otro lado mi marido ha llevado a su padre al Ramón y Cajal, tiene insuficiencia respiratoria y cardiaca y va a estar ingresado un tiempo.
En fin, ha sido una semana más, entre tantas, me ha dado tiempo a descubrir algunas cosas:
*Que me hubiera gustado tener talento para escribir, pintar, cantar, bailar, tocar algún instrumento, contar chistes o ser actriz como mi admirada Blanca Portillo. Este último la directora del colegio donde estudié EGB se lo hizo saber a mi madre.
-¿Es Vd. la madre de Silvia? Pues que sepa que su hija tiene talento. Debería estudiar arte dramático.
Mi madre se partió de la risa y yo..., yo también.
*Que me gusta mucho Madeleine Peyroux.
*Que quiero estudiar TRABAJO SOCIAL.