martes, 26 de mayo de 2009

Concentración Sil, concentración



He querido pasar un rato sin pensar en ti, concentrada únicamente en los redobles, en mejorar la calidad de mis movimientos, pero no ha servido de nada. Mi cuerpo estaba en la sala de ensayo, con mis compañeros, con los músicos, con los profesores, pero mi mente no. ¡Qué desastre! Tenía las excusas perfectas: me piso la falda, me agobio, tengo calor..., ¡mentira! No estaba con los cinco sentidos puestos en el baile, y me da coraje, porque la coreografía me la sé al dedillo, no tengo vergüenza, ni miedo escénico, simplemente habitas demasiado tiempo en mi cabeza y me da pavor. Antes te paseabas por mi mente, ligero, y desaparecías. Ahora rondas mi espacio y te quedas un tiempo infinito. ¿Cómo es posible, si apenas nos vemos? Casi no recuerdo el color de tus ojos, ni el tamaño de tus manos, ni el olor de tu piel. Eres casi un desconocido y sin embargo, ocupas un porcentaje elevado en mis pensamientos. Mi curiosidad no tiene límites y me duermo pensando como sería un beso tuyo, una caricia, un susurro, sí un susurro, aunque sólo pronuncies mi nombre. Pero no puedo dejarme llevar por mis instintos, tengo que concentrarme y bailar bien, tanto en las clases, como en los ensayos, como en el festival. El pensar en ti no me trae "na bueno" así que voy a ser una alumna disciplinada y voy a dejar las elucubraciones para otra ocasión.