martes, 29 de marzo de 2011

El ojo de la cerradura, el narrador II

El narrador omnisciente: Dios todopoderoso del microcosmos de la narración. Puede hacer comentarios en mitad de la acción y emitir opiniones. Es ubicuo espacial y temporalmente puede estar en dos lugares a la vez y también en dos épocas distintas. Es el único narrador que tiene la capacidad de conocer hechos que ningún personaje del relato conoce. Tiene la capacidad de penetrar en los lugares más recónditos y ocultos de la mente de los personajes. El narrador cuasi omnisciente: Adopta en la historia el mismo punto de vista que adoptaría una cámara de cine. Este narrador guarda similitudes con el narrador testigo, ya que ocupa un lugar marginal en la historia y no puede meterse en la conciencia del protagonista y tampoco puede penetrar en el pensamiento de ningún otro personaje. El diálogo es una de las formas más eficaces que posee el narrador cuasi omnisciente de internarse en los sentimientos, reflexiones y sensaciones de los personajes. Un ejemplo de este tipo de narrador los encontramos en el movimiento francés conocido como la “generación de la mirada” cuya representante más famosa en Marguerite Duras. Lo que no puede contar un narrador cuasi omnisicente: Introducirse en la conciencia de los personajes, decirnos lo que piensan, quieren desean o sueñan, a menos que se lo muestre al lector por medio de diálogos entre los personajes, o a través de gestos actitudes, silencios etc... Inmiscuirse en la acción emitiendo opiniones, comentarios, discursos.

Otro de los narradores que más posibilidades poéticas tiene es la segunda persona el Tú- Unos de los ejemplos más claros es el de Aura de “Carlos Fuentes”. Miguel Delibes utiliza la segunda persona como espejo en el que se refleja el diálogo sin respuesta del narrador protagonista. Un ejemplo claro de este tipo de narración es su novela “Cinco horas con Mario”. En su novela “El Sur”, Adelaida García Morales, ofrece otro ejemplo de narración en segunda persona: la protagonista dirige su relato hacia un Tú ausente. La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes es un magnífico ejemplo de la versatilidad del narrador, que puede ser un YO, un TÚ o un EL. En algunos de los relatos de El llano en Llamas, Juan Rulfo utiliza un narrador protagonista plural, consiguiendo así que el peso del relato recaiga en toda un comunidad.

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

La comparación es una figura literaria, entendiendo por “figura literaria” aquella forma peculiar utilizada en el lenguaje poético; sin embargo, no sólo se emplea en poesía: diariamente usamos comparaciones para describir situaciones, lugares, gentes... El lenguaje poético, las figuras retóricas –no sólo la comparación, sino todas-, nadan en el lenguaje cotidiano como peces en el agua. La comparación consiste en asociar dos términos que se parecen en algo, que poseen entre sí una relación de analogía. Un término real y otro imaginario, el imaginario nos sirve para definir mejor al real, para que ese término real adquiera matices nuevos al entrar en contacto con el imaginario. En el lenguaje literario es indispensable buscar analogías “lejanas”, es decir, que lo dos términos que comparamos entre sí guarden una lejanía suficiente para que el efecto de la comparación sea nuevo, sorprendente y evocador; para lograr, en definitiva, una analogía que huya de los tópicos manidos de siempre: Tus dientes son como perlas o tus ojos como estrellas.

Ejercicios

Utilizar la casa, el barrio, el gato o un amigo querido, como término real para ejercitarse en las comparaciones. Hacer una lista de los hallazgos. Buscar comparaciones para las cosas de siempre. Por ejemplo ¿a qué se podría parecer el ascensor de una casa?

LECTURAS RECOMENDADAS

MADAME BOVARY (Gustave Flauvert)
BOLA DE SEBO (Guy de Maupassant)
LA HISTORIA DE SAILOR Y LULA (Barry Gifford)
LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ (Carlos Fuentes)

PROPUESTA EJERCICIO

Siguiendo el siguiente argumento, escribir un texto, narrado en tercera persona por un narrador cuasi omnisciente. Cuestiones que hay que plantearse antes de comenzar a escribir: Sexo, nombre, edad y descripción física de los personajes. De dónde vienen, a dónde van ¿Por qué motivo? ¿Cuál es la historia real de cada uno de ellos? Hay que recordar que el narrador cuasi omnisciente es como una cámara de cine y que utiliza descripciones y diálogos para expresarse.

ARGUMENTO
Dos personajes se conocen en una estación (el narrador puede definir sus rasgos físicos, sexo, edad, forma de vestir, y en fin, todo aquello que sea “visible” y no requiera que el narrador penetre en sus conciencias) Viajan hacia la misma ciudad, en el mismo tren. A lo largo del viaje conversan (y, por medio de su diálogo, el lector va conociendo la historia de cada uno de los personajes) Mediante este diálogo el escritor debe hacer verosímil el final propuesto, que es éste: llegan a su destino, en el andén alguien aguarda su llegada (marido, esposa, amigos, madre, etcétera) Ninguno de los dos personajes se baja. Siguen en el tren; cada escritor debe decidir hacia dónde van y si siguen juntos o se separan. Las historias de ambos, sus situaciones y la relación creada entre ellos a lo largo del relato tienen que hacer creíble esta decisión final.

viernes, 18 de marzo de 2011

El ojo de la cerradura, narrador I



¿QUIÉN EN QUIÉN?

Escritor-Narrador-lector: los tres agentes que intervienen en la creación literaria. La complicidad entre los tres hace que una historia tenga vida propia.
Narrador y escritor son como dos hermanos que llevan el mismo apellido, pero el que sobrevive es el que sube al cuento (Enrique Anderson Imbert).
El escritor, es el creador, el dios; concibe esa comarca inventada en la que nosotros los lectores, nos perderemos a través de las líneas de un libro.
Todo lo que nace y crece en la superficie de la Tierra por lo que caminamos mientras leemos viene alimentado por esa corriente subterránea que es la mente –y la vida- del escritor; pero lo que nosotros oímos es la voz del escritor impostada a través del narrador. El narrador es la máscara que oculta al escritor.
El lector, el tercer jugador es el destinatario de la obra y aporta sus conocimientos, sus vivencias, su forma de ver el mundo. Esa voz del narrador le pone en comunicación con el escritor y por eso la voz tiene que ser identificable y coherente –y también, por qué no hermosa-.

LA IMPORTANCIA DEL PUNTO DE VISTA

El punto de vista es el lugar imaginario en que se coloca el narrador para relatar la historia. El narrador puede elegir entre contar la historia desde dentro o bien desde fuera.
Para contar por escrito una historia, todo novelista inventa un narrador, su representante o plenipotenciario en la ficción, el mismo una ficción, pues, como los otros personajes a los que va contar, está hecho de palabras y sólo vive por y para esa novela (Mario Vargas Llosa)

LOS TIPOS DE NARRADORES

Si elegimos el narrador en primera persona nuestro narrador será un personaje dentro de la acción del relato.
Si elegimos el narrador en tercera persona, la mirada del narrador vendrá desde fuera del relato. El narrador no será un personaje, no estará inmerso en la acción.
Narrador en primera persona:
-Ocupa un lugar central en la narración.
-Relata su historia en primera persona y el lector tiene acceso a su mente, sus sueños, sus recuerdos.
-No puede penetrar en la mente de otros personajes.
-No puede saber cosas que no haya conocido de forma directa o indirecta.
Para el narrador en primera persona también se utiliza la expresión focalización interna, ya que como agente de la acción, refiere la historia desde dentro.
Narrador protagonista
(Cuando el que cuenta es el centro del relato)
¿Hasta dónde puede llegar este narrador?
En cuanto al nivel de subjetividad (la intensidad con la que accedemos a la conciencia y sensaciones del narrador protagonista) dependerá del tipo de relato.
Existen muchas posibilidades y matices en el uso del narrador protagonista. Una de las más sugerentes es aquella en la que éste conoce menos de sí mismo que el propio lector. Modelo de esta posibilidad es el relato de Edgar Allan Poe “El corazón delator”.


Narrador testigo
(El que mira desde un rincón la historia)
Cuando el relato viene narrado, no por el protagonista, sino por un personaje secundario, entonces el escritor ha elegido otro tipo de narrador: el testigo.
Como el narrador no posee la capacidad de penetrar en la conciencia del protagonista, no puede tampoco referirnos lo que siente, piensa o sueña el personaje principal y, por lo tanto, el lector no tendrá acceso a su mente.
La voz del detective
Este tipo de narrador es útil cuando se quiere mantener el interés escamoteando información al lector, y por eso ha sido muy empleado en las novelas policíacas. Ejemplo: doctor Watson de Sherlock Holmes.
El narrador interino
Otras veces el narrador testigo se sitúa tan al margen de la acción que ni siquiera interviene en ella, sino que nos relata la historia que ha oído por boca de otra persona, o nos introduce un texto encontrado por él; o sea, el narrador refiere algo de segunda mano. Ese algo puede estar narrado a su vez desde otro punto de vista: un narrador protagonista o bien un narrador en tercera persona. Ejemplo Undr de Borges.

El uso de cada tipo de narrador debe acomodarse al carácter de la obra que se está escribiendo. Buscar de entre todas las posibles “voces” la que más convenga al espíritu de lo escrito es una de las preocupaciones más recurrentes de los autores. Sus reflexiones acerca de este tema pueden servirnos de ayuda:

“Es evidente que una novela escrita en primera persona sonará más intimista que una escrita en tercera persona; pero entre estas dos categorías hay una amplia gama de matices, es posible acercar tanto las fronteras entre la primera y la tercera persona que lleguen a tocarse e incluso a superponerse” (Paul Auster)
“A veces hay razones para creer que la personalidad del narrador es la proyección al plano estético de la personalidad del escritor; y a veces hay razones para creer que el narrador no comparte las ideas del escritor” (Enrique Anderson Imbert)
“Mi novela sigue avanzando aunque sea lentamente, sólo que su rostro se parece de manera horrible al mío” (Franz Kafka)
“Uno, cuando escribe una cosa seria, se mete dentro, se sumerge en ella hasta las cejas” (Natalia Ginzburg)
“Ya he expuesto, como una costumbre aceptada, incluso comentada como extravagancia, mi preferencia por ver mi historia a través de la oportunidad y la sensibilidad de alguna persona más o menos ajena, alguien que no esté involucrado, pero sí interesado a fondo, y que sea un testigo o un informador inteligente... (Henry James)
“Si decidí escribir estas Memorias de Adriano en primera persona, fue para evitar en lo posible cualquier intermediario, inclusive yo misma. Adriano podía hablar de su vida con más firmeza y más sutileza que yo” (Marguerite Yourcenar)

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

El oxímoron, la lucha de los contrarios:
Uno de los medios para estrenar palabras es el oxímoron. Este recurso de extraño nombre ofrece muchas posibilidades de enriquecimiento del discurso narrativo.
El oxímoron consiste en poner en contacto palabras de sentido opuesto que la lógica separa porque se excluyen mutuamente, como por ejemplo:
Oscuridad claridad
Música callada
Soledad sonora.
El oxímoron, al poner en contacto palabras de sentidos contradictorios, evoca nuevos significados, por ejemplo “música callada”.

Ejercicios
Encontrar el adjetivo contrario a estos sustantivos:
Luz, sueño, locura, caos.

LECTURAS RECOMENDADAS

LOLITA (Vladimir Nabokov)
EL NOMBRE DE LA ROSA (Umberto Eco)
LOS CRÍMENES DE LA CALLA MORGUE (Edgar Allan Poe)
EL ALEPH (Jorge Luis Borges)


PROPUESTA EJERCICIO

Tomando el relato de Madame Bovary como personaje principal y a León como personaje secundario, cambiar el punto de vista, rescribiendo la escena dos veces:
Una vez en primera persona desde Enma –el narrador debe penetrar en sus pensamientos y sentimientos-.
Otra vez en primera persona desde Léon, teniendo en cuenta que es el personaje secundario y la narración debe centrarse en torno a Enma.

Madame Bovary, ahora de espaldas, apoyaba la mejilla contra uno de los cristales de la ventana. Léon tenía la gorra en la mano y se daba golpecitos con ella en la pierna.
-Parece que amenaza lluvia -dijo Enma.
-Llevo un abrigo -dijo él.
-Ah, bueno.
Se volvió, con la barbilla inclinada y adelantando la frente, sobre la cual la luz resbalaba como sobre una superficie de mármol hasta llegar al arco de las cejas. No se podía saber qué es lo que veía Enma al mirar a lo lejos, ni qué pensamientos había en el fondo de su ser.
-En fin, adiós -dijo él lanzando un suspiro.
Ella levantó la mirada bruscamente.
-Adiós, sí... Vayasé.
Avanzaron el uno hacia el otro. Él le alargó la mano. Ella dudaba.
-Está bien, a la inglesa -dijo luego, dejando su mano en la de él y tratando de sonreír.
León sintió la mano de ella entre sus dedos y era como si la sustancia misma de su ser entero bajara a concentrarse en aquella palma húmeda.
Luego se aflojaron las manos, y los ojos volvieron a encontrarse. Léon dio media vuelta y salió.


viernes, 11 de marzo de 2011

Invitación a la escritura


El hombre es un animal narrativo. Todos contamos historias –pequeñas o grandes- continuamente.
La literatura, como cualquier otro arte es la aleación de dos materiales opuestos:
Irracional (la musa, el don, la inspiración, el genio)
Racional (la técnica)
El componente irracional o emocional no se puede enseñar –hay que buscarlo dentro de uno mismo- pero se puede potenciar, trabajando la imaginación, enriqueciendo el lenguaje y aprendiendo a desarrollar un cierto “instinto narrativo”, una forma de mirar el mundo que seleccione aquello que nos interesa contar.
La parte técnica sí puede enseñarse. La han desarrollado muchos autores a través de siglos y culturas. Es una cadena que une a los escritores de una generación con los de otra.
Hay que divertirse escribiendo, gozar de las palabras, sentir el placer de contar.
La lectura es la primera y más importante fuente de inspiración del escritor.
El germen de una idea puede encontrarse en cualquier lugar.
La literatura exige un pacto entre el escritor y el lector.
-El escritor cuida la verosimilitud de su relato.
-El lector, suspende su incredulidad mientras dura la narración.
La única forma de asimilar las técnicas literarias es practicarlas.
Además de lápiz y papel, un escritor necesita:
-Desarrollar y enriquecer su capacidad expresiva a través del lenguaje.
-Buscar un espacio y un tiempo propios para la escritura.
-Volver atrás y desempolvar su imaginación.

¿POR DONDE EMPEZAR?

En primer lugar, hay que buscar un lugar, un espacio. Conseguir nuestro pequeño rincón en casa. Si no es posible, hay que buscarlo fuera de ella, parque, biblioteca, iglesia, etc... Lo normal es habilitar un lugar de la casa, donde se tenga cerca una estantería con el material necesario, folios, bolígrafos, ordenador, un diccionario, buena iluminación, buena temperatura..... pero hay veces que nada de eso es necesario para escribir, hay gente que donde mejor escribe es en la bañera. Otras lo hacen en una cafetería, y otras incluso en la consulta del médico. Da igual el lugar lo importante, es que hay que escribir todos los días y a ser posible durante un rato.
Ya tenemos el lugar y el tiempo. Ahora hay que empezar. ¿Por dónde? Se puede comenzar por una escritura automática. Escribir lo que se nos ocurre, lo que tengamos en ese momento en la cabeza. La finalidad es llenar hojas. Ese ejercicio es muy conveniente para no tener miedo al papel en blanco. Si no se nos ocurre nada, siempre podemos recurrir a una palabra, una persona, un sentimiento, una frase que ha llamado nuestra atención, un color....etc y desarrollar nuestra imaginación. No tiene por qué ser un texto lineal, ni tiene por qué ser coherente. En la escritura todo vale. Escribe sin censura, sin miedo, sin tapujos. No corrijas lo que escribas. Simplemente escribe y al cabo de un mes, lee lo escrito. Nunca lo leas antes y nunca deseches nada.

¿POR QUÉ SE ESCRIBE?

Es una pregunta que todos los escritores se han hecho y que los que van a empezar a escribir tendrán que hacerse también. Según Marguerite Youcernar (Escritora francesa de origen belga): de alguna manera, toda vida narrada es ejemplar; se escribe para atacar o defender un sistema del mundo, para definir un método que nos es propio.
Adolfo Bioy Casares ( Buenos Aires 1914) dice: lo que me mueve a escribir y lo que me movió a escribir en un lejano día de mil novecientos veintitantos, es el placer de las historias. Es algo que va más allá de la técnica; es algo que tenemos en común con los muchachos que entraban en los cafés de El Cairo y contaban las historias que hoy llamamos Las mil y una noches. Somos narradores, hay mucha gente que lo es, y para esa gente hay otra que está deseando que le narren historias.
Para la escritora estadounidense Toni Morrison, la literatura:
Es un refugio, un lugar donde todo puede ocurrir, donde se puede reaccionar con violencia o sublimidad, donde es bueno sentir melancolía o temor, o incluso fracasar, o equivocarse, o amar a alguien o desear algo profundamente, y no llamarlo por otro nombre, no sentir vergüenza por ello. Es un lugar para sentir profundamente.
Gala afirma que “un escritor de raza necesita escribir, ver e hilar su pensamiento”.
Enrique Vila-Matas cuando era joven y le hacían la pregunta de por qué escribía, siempre utilizaba la breve respuesta de André Gide: “Escribo para que me lean”, pero con el tiempo ha aprendido a completar con otras verdades su sincera respuesta a la pregunta de por qué escribe: “Escribir es algo terrible, pero que recomiendo a todo el mundo, porque escribir es corregir la vida”.


Se escribe:
Para divertirse, para jugar con las palabras, combinarlas, romperlas, ordenarlas y desordenarlas. Para ser eterno.
Para comprenderse a uno mismo. Porque verbalmente no se consigue decir lo que se desea o se siente. Además lo escrito se puede rectificar; lo oral no.
Para completar o inventar los mundos que deseábamos tener y no tuvimos. Reconstruimos en la página lo que no hemos podido vivir.
Para comunicarnos.
Para resolver conflictos.....

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

El futuro escritor debe ser consciente del lenguaje que le rodea y que maneja en la vida diaria. Debe saber emplearlo de una forma fluida y aprender a combinarlo de una manera eficaz y origina. Para ello es necesario alcanzar tres objetivos:

MANEJAR CON FLUIDEZ EL IDIOMA:
Para conseguir un estado de comunicación permanente entre lo que queremos decir y las palabras que lo describen, entre el papel y la mente, es necesario manejar con fluidez el idioma.
DOMINAR LOS RECURSOS ESTILÍSTICOS:
Debemos utilizar los recursos estilísticos con soltura para poder expresarnos de una forma más precisa. Cuando dos palabras separadas por la lógica se unen y estallan el lenguaje se dispara. Ese es el milagro del lenguaje poético. Los recursos poéticos –comparaciones, metáforas, sinestesias, metonimias, etc- usados con medida en las narraciones darán a nuestra expresión matices de riqueza infinita. Hay que usarlos con mucha medida, porque el género narrativo no es el poético. El lenguaje del relato debe describir, hacer avanzar la acción y crear una atmósfera que envuelva nuestra ficción. El poema no está sujeto a un argumento, a unos personajes, la novela o el cuento sí.
FAMILIARIZARSE CON EL LENGUAJE:
El lenguaje, para un escritor debe ser algo cálido y cercano digamos que “debe tener una relación de confianza con él”. Conocerle de cerca.
OCTAVIO PAZ: Cree que escribir y hablar es trazar un camino, inventar, recordar, imaginar una trayectoria, ir hacia. En otras palabras convertir el lenguaje en algo familiar.
LÁZARO CARRETER: propone una definición más “psicológica” del proceso por el que se produce la transformación del material bruto con el que trabaja es escritor. Reflexionar, hablar y escribir son maneras de transformar estructuras profundas en estructuras de superficie.
QUEVEDO: cocinaba sus recetas literarias con picante, mucha ironía y grandes dosis de humor negro. Los neologismos del poeta que consiste en unir dos palabras, que ya existían para crear una palabra nueva con un significado distinto.
RAMON GÓMEZ DE LA SERNA: utilizó también estas formas de manipulación del lenguaje para inventar palabras.

LECTURAS RECOMENDADAS

EL ESCRITOR Y SUS FANTASMAS (Ernesto Sábato)
EL GOZO DE ESCRIBIR (Natalie Goldberg)
CARTAS A UN JOVEN NOVELISTA (Mario Vargas Llosa)
LA PRACTICA DEL RELATO (Ángel Zapata)

PROPUESTA EJERCICIO

Escoger una palabra, una frase, un color, una sensación, etc y escribir según las siguientes reglas:
-Escribir un mínimo de quince minutos seguidos
-No detenerse en revisar lo escrito. Eso atañe a la parte racional, correctora de la escritura y de momento, se está desarrollando la parte “irracional"
-No dar importancia a las faltas de ortografía, la sintaxis o la puntuación. Lo importante es lo que se está escribiendo y no, de si se hace de forma correcta.
-No es necesario contar una historia, ni que sea coherente. El objetivo es no parar de escribir, dejar volar la mente y la imaginación





NO OLVIDO A LAS VICTIMAS DEL 11M

martes, 8 de marzo de 2011

Compartir Literatura


Hace tiempo que no os cuento nada, quizá por falta de tiempo, desidia, revenimiento, no sé, pero últimamente el poco tiempo que tengo lo dedico a limpiar, currar, limpiar, currar y podría seguir así durante horas. Pero creo, digo creo porque nunca cumplo lo que digo desde hace algún tiempo, que voy a retomar mis andaduras por estos lares. Seguramente, dedique más momentos de atención, porque hay mucha gente que se lo merece, que durante un instante reflexione y tenga un gesto simpático con alguien que por cualquier circunstancia necesite una muestra de cariño. Probablemente escriba más relatos, eróticos, juveniles, policíacos, etc... También es factible que critique a algún programa de entretenimiento o personajillo que no me satisfaga. Es posible que comparta con vosotros vídeos agradables, chistes, comentarios de algún escritor, opinión de alguna obra de teatro, peli, exposición, etcétera (por cierto gran interpretación de Bardem en Beautiful). Quizá me anime y empiece compartiendo con vosotros un curso de creación literaria, para aquellos que lo consideren interesante, por lo pronto voy a compartir una canción....