martes, 26 de abril de 2011

El estilo. El uso del lenguaje I




¿Qué es el estilo?
Utilizando la definición del diccionario de retórica, el estilo es el conjunto de rasgos formales que caracterizan el modo de expresarse de una persona, o el modo de escribir de un escritor. También se puede definir como el conjunto de rasgos formales que caracterizan un grupo de obras. El estilo es la huella dactilar que el escritor deja en su texto. Expresa su forma de ver el mundo y sus rasgos son reconocibles y únicos.
Encontrar un estilo propio. El fondo y la forma
El estilo es la forma que el escritor elige para contarnos una historia. El escritor tiene en su imaginación una historia y el instrumento que posee para desarrollarla es el lenguaje. Cada escritor tiene su estilo porque su manera de mirar es siempre distinta a la de cualquier otra y, por tanto, la forma que buscará será siempre tan personal e intransferible como el carnet de identidad. La arquitectura básica de un texto es la siguiente: un texto está compuesto de párrafos, de frases; las frases, de palabras. La selección y combinación adecuada de estos tres elementos proporcionarán respectivamente, claridad, ritmo y fluidez a nuestra narración.
Claridad:
Para conseguir la claridad de un texto hay que buscar la palabra adecuada. No hay que conformarse con la primera palabra que se nos venga a la mente. Seguro que hay otra que matice el pensamiento, que consiga expresar de forma precisa lo que pensamos. El diccionario puede ser de gran ayuda, pero buscar en él no significa cargar nuestro escrito con términos rebuscados ya que puede ser molesto para el lector.
Para buscar la palabra adecuada hay que tener en cuenta lo siguiente:
-Evitar las repeticiones: Cada frase debe aportar algo nuevo, es conveniente revisar el párrafo y que no hemos repetido varias veces el mismo pensamiento con palabras distintas. La claridad se logra con precisión lingüística.
-Adjetivos descoloridos: Hay adjetivos que se decoloran con el uso y no aportan nada al significado: estupendo, precioso, maravilloso...
-Palabras comodín: Son las palabras que usamos siempre porque tienen muchos significados y se pueden poner el cualquier lugar: verbos polisémicos como haber, hacer, tener ser... o sustantivos como cosa o cuestión.
-Las redundancias: No aportan nada al significado, como entrar dentro, belleza estética
-Las cacofonías: son sonidos repetidos que maltratan lo oídos. Una de las más típicas es la que provocan los adverbios acabados en –mente.
Ritmo y Fluidez:
La escritura debe tener un ritmo interno, una melodía que la cohesiona. Para conseguir ese ritmo hay que atender a la extensión de la frase.
La mejor manera de conseguir un buen ritmo es ir alternando frases largas y frases cortas, disponer con proporción esas frases que encadenan un pensamiento y obtener así un párrafo armonioso.
Para componer un párrafo armonioso no hay más remedio que conocer las normas de la sintaxis. Es preciso recordar que hay tres tipos de oraciones compuestas:
Las coordinadas: se establece una relación entre oraciones simples, sin subordinación, ni dependencia entre ellas.
Las yuxtapuestas: se establece una relación entre dos o más oraciones simples sin ningún nexo que las que se separan por una pausa en el habla y por una coma en la escritura.
Las subordinadas: en ellas hay una oración (la subordinada) que se establece con otras (la principal) una dependencia sintáctica (es decir, las subordinada no se entiende sin la principal)
Cada tipo de oración lleva implícita en su estructura un ritmo. En las coordinadas y las yuxtapuestas es más rápido, más activo. Las subordinadas confieren al texto una cadencia más lenta y descriptiva.
Consejo de Bioy Casares basándose en el libro Traficando con palabras de la escritora Vernon Lee:
“No refieran acciones violentas con verbos auxiliares y frases largas; no describan un paisaje con términos de acción, no digan que el pasto crece y que los árboles estiran sus ramas, porque entonces una escena tranquila se convierte en una función de circo”
Cada ritmo lleva en sí mismo la semilla de una emoción. El ritmo debe adaptarse a la emoción y al tono elegido para contar la historia; esta es la forma de conseguir ese estilo que uno fondo y forma, en el que el molde elegido es precisamente el elegido y no otro.
Para crear un estilo reflexivo, descriptivo, contemplativo, donde ocurra poca acción, daremos más preponderancia a las subordinadas.
El ritmo debe adaptarse al tono, a la actitud del narrador.
Pero no sólo los tipos de frases contribuyen a la creación de esa “música interna”. El orden que guardan las palabras también es imprescindible para la buena resolución del ritmo.



Cuando se quiere escribir algo, se establece una especie de tensión recíproca entre uno y el tema de modo que uno atiza al tema y el tema lo atiza a uno. Hay un momento en que todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay nada en la vida mejor que escribir. Esto es lo que yo llamo inspiración. Gabriel García Márquez.



De la misma forma que una melodía o un recitativo, las frases de una oración deben estar formadas por notas largas y breves, tónicas y átonas, de modo que agraden al oído. El oído es el único juez. Robert Louis Stevenson.

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

El tres y el ritmo:
El ritmo tiene sus trucos. El grupo de tres términos es muy utilizado en prosa, y está a medio camino entre la enumeración (sucesión formada por cuatro o más elementos) y la sucesión de dos, que es el procedimiento normas de la lengua. Es una fórmula literaria que, utilizada con mesura, imprime al texto un ritmo muy marcado.
Tres adjetivos
Tres sustantivos
Sucesión de tres preposiciones
Dos adjetivos más una preposición
Tres preposiciones más tres adjetivos.


Manuel Mujica Lainez utilizó en su prosa el grupo de tres términos. En el vídeo uno de sus relatos interpretado por Alberto Laiseca

Ejercicios

Describir usando el ritmo del tres:
Un paisaje
Un personaje

LECTURAS RECOMENDADAS

EL ARTE DE ESCRIBIR (Luis Racionero)
LA COCINA DE LA ESCRITURA ( Daniel Cassany)
ENSAYOS LITERARIOS (Robert Luis Stevenson)
EL ARTE DE LA FICCIÓN (David Lodge)

PROPUESTA DE EJERCICIO

De un texto ya escrito:
Subrayar todas las palabras que sean:
Vacías
Redundantes
Rebuscadas
Cacofónicas
Cambiar por otras o eliminarlas sin que se modifique el significado del texto.
Leer de nuevo.
Subrayar todas las frases:
Confusas
Demasiado enrevesadas
Si no dicen nada con respecto a la frase anterior.
Cambiar o suprimir.
Leer de nuevo el texto, y volver a leer la versión inicial.
¿Cuál de ellos expresa mejor lo que se pretende contar?

jueves, 7 de abril de 2011

La actitud del narrador: el tono


La actitud del narrador: el tono. El tono de un hablante es la inflexión de la voz y modo particular de decir una cosa, según la intención del que habla. El tono implica intencionabilidad, el hablante se expresa siempre con un objetivo y esa información es la que nos proporciona el tono. A través del tono de nuestra voz estamos dando al lector la información que necesita para captar el mensaje. En definitiva el tono es la actitud emocional que el narrador mantiene hacia el tema. Refleja su personalidad.

Tipos de tonos: Digamos que los tonos existen en “innumerable número”. Para tener una idea de ese número, puede resultar interesante leer el fragmento del drama de Edmond Rostand “Cyrano de Bergerac”. (Leer fragmento).

Tono frío: Las características esenciales del tono frío serán las propias del lenguaje informativo.

-El narrador no se implica emocionalmente; se limita a exponer el tema, utilizando formas impersonales y generales
-Las frases son claras y precisas: se busca el valor informativo del texto.
-Los enunciados son axiomáticos, afirman de manera tajante. (Forma de expresión propia de discursos informativos que se limitan a exponer hechos y datos)
-Predomina la oración simple.
-Escasean las figuras literarias.
Un texto narrado en tono frío es impersonal, afirmativo y conciso. El valor imperante es el informativo.

Tono íntimo: llena las páginas de la prosa poética: por ejemplo Gabriel Miro. Está en el otro extremo del espectro tonal y, por tanto, sus características son opuestas a las del tono frío:

-La emoción del narrador ocupa un primer plano. Todo transcurre a través de su subjetividad, de sus sentimientos hacia lo que ve y siente.
-No es necesario que la información sea clara ni precisa, pues no es la finalidad del texto. Puede ser deliberadamente ambigua, dudosa....
-Son frecuentes las figuras literarias, ya que este tono se acerca mucho más al registro poético de la lengua. Abundan los adjetivos (sobre todo los afectivos)
-Predomina la oración subordinada.
El valor principal de un texto en tono íntimo es la emoción del narrador, que se refleja en lo que se cuenta; por eso utiliza el registro poético como expresión. No hay un tono más íntimo que el de la poesía.

Otros tipos de tonos:
El tono irónico: sugiere lo contrario de lo que se dice burlándose de ello. El texto ha sido escrito por un narrador sarcástico, que ha tomado partido.
El tono consultivo implica al lector en el texto, lo implica en su situación. El narrador parece estar haciendo preguntas constantemente al lector.
El tono enfático destaca el texto mediante exclamaciones, exageraciones, hipérboles. El narrador parece estar alzando la voz.

En mis frases metafóricas la palabra “tono” me suscitará la imagen de una sonora cuerda tirante y también la de la íntima vibración de un narrador. Anderson Imbert.
La conducta del narrador es determinante para la coherencia interna de una historia, la que, a su vez, es un factor fundamental de su poder persuasivo. Mario Vargas Llosa
Me gusta de vez en cuando intervenir directamente, como autor, como yo mismo. En este caso todo depende del tono. Desde la primera palabra mi reflexión tiene un tono lúdico, irónico, provocador, experimental o interrogativo. Milan Kundera.

RECURSOS Y JUEGOS LINGÜÍSTICOS

Conviene no confundir el tono con el registro lingüístico. El tono nace de la actitud que el narrador mantiene hacia el tema. El registro lingüístico es el empleo por un hablante –o un escritor- de un determinado nivel de la lengua. Hay un registro culto de la lengua, muy elaborado, rico en palabras eruditas, y otro registro popular, familiar, lleno de expresiones triviales, de las que usamos cada día. Un ejemplo muy claro es el de Don Quijote y Sancho Panza. Hablan el mismo idioma, pero parecen usar dos lenguas distintas. Don Quijote con su hábito de lector de libros de caballería, se ha contagiado de un hablar “caballeresco” muy florido y rimbombante; en cambio Sancho Panza, que es sabio en su ignorancia, dice verdades como puños en el habla popular, simple y entreverada de refranes. El escritor Raymond Queneau en su libro ejercicios de estilo nos cuenta noventa y nueve versiones de una misma anécdota.

Ejercicios

Después de leer el libro Ejercicios de estilo de Raymond Queneau, escribir un relato breve y relatarlo después cambiándolo de estilo. Pasota, paleto, amanerado, botánico, médico.

LECTURAS RECOMENDADAS

LAS CIUDADES INVISIBLES (Italo Calvino)
RETORNO DE LAS ESTRELLAS (Stanislaw Lem)
EL EXTRANJERO (Albert Camus)
POR EL CAMINO DE SWANN (EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO TOMO I) (Marcel Proust)

PROPUESTA EJERCICIO

Se propone experimentar con los tonos, buscar uniones descabelladas como:
-Una carta de amor en tono frío
-Un informe forense en tono íntimo
-Un informe bursátil en tono consultivo
-Una noticia económica en tono enfático
-Una carta de despido en tono irónico

O, como Cortázar, dar instrucciones para abrazar.
Ejemplo: Instrucciones para llorar (Julio Cortázar) Historia de cronopios y de famas

“Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos”